Realizan campaña solidaria para recoger 50 millones de colones de aquí a junio

Así empieza describiendo Elizabeth Vargas a su pequeño hijo Gabriel de solo 5 años de edad, con quien enfrenta uno de los mayores retos que el destino le puso: “darle un soplo de vida”. 

Esto, porque la cardiopatía que el niño enfrenta es una afección llamada Atresia Tricúspidea y Pulmonar, que en palabras más sencillas es cuando el lado derecho del corazón no puede bombear suficiente sangre a los pulmones para recibir oxígeno porque le falta la válvula tricúspide.

Los médicos especialistas del Hospital Nacional de Niños (HNN) lo describieron de una forma aún menos compleja: Gabriel solo tiene la mitad del corazón. 

“Cuando a nosotros nos dicen esta noticia, fue como un balde de agua fría, fue algo que no nos esperábamos. El doctor nos dijo que es una cardiopatía severa, porque lo que hay son 3 cirugías paliativas, o sea que puedan mejorar su calidad de vida”, dijo la madre de familia.

De hecho, con tan solo 7 días de nacido, Gabriel recibió su primera cirugía de emergencia a corazón abierto porque la afección lo tenía al borde la muerte. Afortunadamente con un resultado exitoso. 

Su segunda intervención la enfrentó a los 8 meses, una operación de nombre Glenn, en la que básicamente los doctores unen la vena cava superior con la arteria pulmonar derecha, para así mejorar su oxigenación por un tiempo.

Sin embargo, desde entonces quedó pactada la próxima vez que el chiquito tendría que ser intervenido quirúrgicamente: a los 4 años de edad cuando se le debía practicar una cirugía Fontan.

Lo que no tenían contemplado es que la recomendación de los especialistas era que esa operación se le practicara a Gabriel en el exterior, esto debido a la complejidad alrededor del caso.

A partir de esto inició la carrera contra el tiempo de esta familia oriunda de Ulloa en Heredia.

“Como su cuerpo está creciendo, está demandando oxígeno y no lo tiene. Entonces, él me dice, ‘mamá vamos al playground’, a medio camino ya no puede, entonces me pide que lo alce, porque se cansa”.

“El es un niño normal, tiene una vida normal, es muy activo pero no aguanta muchas actividades de la vida cotidiana. La maestra me dice que él siempre juega apartado y es por eso, porque no le puede llevar el ritmo a los compañeritos“.

Cada vez que realiza alguna actividad que le provoca esfuerzo físico, el pequeño a pocos minutos ‘tira el tapón’ y, según cuenta su mamá, su reacción es ponerse de cuclillas, y tomar bocanadas de aire por el ahogo que percibe tras haber consumido por completo el oxígeno.

“Uno lo ve moradito entonces lo que hacemos es alzarlo y decirle ‘mi amor, ya, tranquilo. Respiremos juntos’, y así hacemos una dinámica para retomar la oxigenación”, añadió Elizabeth.

La familia teme que el tiempo se acabe, porque la operación estaba recomendada para los 4 años y Gabriel ya pasó los 5. Son conscientes de que “a como él vaya creciendo, el cuerpo va a pedir cada vez más” hasta que pueda volverse insostenible.

Ante la necesidad de ir hasta el exterior para darle un “soplo de vida” al pequeño, y la imposibilidad económica que tienen, esta familia herediana no tiene más remedio que acudir a la solidaridad de los costarricenses. 

Para ello, desde esta semana iniciaron una campaña bajo el lema: “Unidos por el corazón de Gabriel”, con la que están recogiendo fondos para poder alcanzar la meta de 50 millones de colones que ayudarán a que este niño siga viviendo.

La cirugía debe realizarse a mitad de año, por lo que esperan tener para junio el dinero y poder viajar un mes después hasta un centro médico especializado en Barcelona, España, donde practican este tipo de intervenciones, dicho sea de paso, hasta ahora de manera exitosa.

Con “Unidos por el corazón de Gabriel”, la familia Vargas realiza dinámicas como rifas y ventas, para ir subiendo las recolecciones. Además, están recibiendo donativos por medio de cuentas bancarias activas exclusivamente con esta finalidad, y a través de los sitios GoFundMe, y PayPal, que usted puede consultar dándole clic a los nombres.

Toda la información de las dinámicas puede ser consultada por medio de la página de Facebook con el mismo nombre de la campaña.

“Lo único que uno quiere como papás es regarles vida. Dios sabrá si para esta tierra él seguirá viviendo y estando con nosotros, pero uno lo que le pide a Dios es que le de un soplo más de vida y que pueda resistir otra cirugía”

“Son demasiadas emociones y uno sabe que el corazón de la gente es noble y nos van a ayudar que la sonrisa de Gabrielito no se apague”, concluyó Vargas.

Nota completa en: https://www.crhoy.com/reportaje-especial/familia-en-carrera-contra-el-tiempo-el-pequeno-gabriel-necesita-unacirugia-para-seguir-viviendo/

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